CONÓCELA
En pleno corazón de Extremadura, entre montañas y embalses, se extiende La Siberia Extremeña. Un nombre que evoca lejanía y aventura, y que, según cuentan, nació como apodo de destierro en tiempos políticos complicados, aunque hay quien dice que fue el Duque de Osuna, tras su paso por Rusia, quien lo dejó para la historia.
Más allá de las anécdotas, este rincón comparte con la Siberia original su clima: inviernos fríos, veranos de calor intenso y unas primaveras y otoños que son pura invitación a descubrirla.
Aquí, la naturaleza es la gran protagonista. La Siberia es hogar de una enorme variedad de paisajes: bosques, dehesas, llanuras, humedales... Todos salpicados de vida silvestre, protegidos dentro de la Red Natura 2000 y la RENPEX de Extremadura. Para recorrerla, nada mejor que sus rutas en coche, bici o a pie a través de su Red de Senderos.
Y si eres de los que aman el agua, estás de suerte: navegar, remar en piragua, bañarte en playas de interior o pescar en sus inmensos embalses es casi una obligación aquí.
La Siberia Extremeña es también un paraíso para el "birdwatching". Águilas reales, buitres leonados, cigüeñas negras... Un espectáculo que puede disfrutarse desde miradores perfectamente ubicados. Pero no todo es naturaleza: quien la visita descubre también un gran patrimonio histórico, artístico, cultural y gastronómico que enamora a primera vista.
Si buscas un destino diferente, con opciones para descansar, explorar, disfrutar y saborear cada rincón, La Siberia es, sin duda, el sitio perfecto.
SITUACIÓN
La comarca se encuentra en el noreste de la provincia de Badajoz, tocando tierras de Cáceres, Toledo, Ciudad Real y hasta la Córdoba más al norte.
Rodeada de otras joyas extremeñas como Las Villuercas o La Serena, aquí el paisaje es un continuo ir y venir de sierras, dehesas y, sobre todo, agua dulce. De hecho, gracias a sus pantanos y ríos —el Zújar y el Guadiana, sobre todo—, La Siberia presume de ser el territorio con más kilómetros de costa interior de toda España.
Embalses como La Serena (el más grande de España) o Orellana son auténticos mares interiores, perfectos para los deportes acuáticos o simplemente para perder la vista en el horizonte.
Entre dehesas, olivares, pastos y bosques, esta región ofrece una mezcla de naturaleza salvaje y cultura rural que la convierte en única.
Las playas de interior de La Siberia Extremeña ofrecen una experiencia única, con aguas tranquilas y paisajes de gran belleza. Embalses como el de Orellana y el de la Serena cuentan con diversas zonas de baño, donde los visitantes pueden relajarse, nadar o disfrutar de deportes acuáticos. Estas "playas" de agua dulce permiten disfrutar del sol en un entorno natural, rodeado de montañas y vegetación, creando un ambiente ideal para pasar el día en familia o con amigos, lejos del bullicio costero.
Si eres amante de la pesca, en La Siberia Extremeña encontrarás un auténtico paraíso. Sus enormes embalses, como La Serena, Orellana o Cíjara, rebosan de vida acuática, ofreciendo escenarios ideales para disfrutar de esta pasión en plena naturaleza. Carpas, lucios, black-bass y barbos son solo algunas de las especies que podrás capturar en sus aguas cristalinas. Tanto si prefieres una tranquila jornada de pesca desde la orilla como si te animas a embarcarte en una aventura náutica, aquí la experiencia se convierte en algo único, rodeado de paisajes que invitan a desconectar y vivir el momento.
El senderismo en La Siberia Extremeña es una de las mejores maneras de sumergirse en su belleza natural. Con una red de rutas que atraviesan bosques, dehesas y montañas, cada paso ofrece una nueva perspectiva de este paraíso. Desde caminos suaves para principiantes hasta rutas más desafiantes para los más experimentados, los senderistas podrán disfrutar de paisajes impresionantes, el canto de las aves y el aire fresco que caracteriza a la zona. Perfecto para reconectar con la naturaleza y vivir una experiencia única en plena tranquilidad.
La Siberia agrupa a un conjunto de encantadores pueblos:
Baterno, Bohonal de los Montes, Casas de Don Pedro, Castilblanco, Esparragosa de Lares, Fuenlabrada de los Montes, Galizuela, Garbayuela, Garlitos, Helechosa de los Montes, Herrera del Duque, Navalvillar de Pela, Peloche, Puebla de Alcocer, Puerto Peña, Risco, Sancti Spiritus, Siruela, Talarrubias, Tamurejo, Valdecaballeros y Villarta de los Montes.
Pueblos sencillos pero llenos de sorpresas: iglesias, retablos, fortalezas, plazas con soportales, fuentes ornamentadas, calles de mampostería tradicional… Todo un regalo para los sentidos.
COSTUMBRES, GASTRONOMÍA Y NATURALEZA
La Siberia es tierra de tradiciones vivas. Aquí conviven fiestas religiosas, como romerías y procesiones, con celebraciones paganas llenas de color, como las hogueras, carnavales, danzas populares o fiestas tan singulares como las "Enramás" o la "Fiesta del Tizne".
La cocina de la comarca es otro de sus grandes atractivos. La riqueza cinegética se traduce en guisos de ciervo y jabalí, migas, sopas, calderetas y platos únicos como el “escarapuche” de Peloche o el "tasajo" de Villarta. Y para los más golosos, dulces como flores, candelillas o mantecados, acompañados de vinos de pitarra o bebidas tradicionales como la "Gloria" o el "Chapurrao".
Naturaleza y vida salvaje están presentes en cada rincón. La Reserva Regional de Caza de Cíjara es un paraíso para avistar ciervos, jabalíes, águilas o búhos reales. Además, la historia también tiene aquí un fuerte arraigo: desde pinturas rupestres hasta castillos medievales, pasando por vestigios romanos y musulmanes, casas solariegas y antiguas rutas de trashumancia que conectaban a través de La Mesta.
La Siberia Extremeña es, en definitiva, un destino que sorprende a cada paso: naturaleza, historia, tradiciones y hospitalidad a raudales.